El ser padres es sin duda una bendición, tener la posibilidad de ser el arquitecto de una nueva vida, es un reto y una gran responsabilidad.
Tus hijos, siempre sacan lo mejor de ti y obviamente quieres lo mejor para ellos, a tus ojos son unos angelitos, pero existen ciertos momentos, en los que estar con ellos, te genera una sensación de horror y miedo.
1.- CUANDO LLORAN SIN RAZÓN APARENTE.- Cuando tus hijos son unos bebes, y los escuchas llorar, rápido acudes a su llamado, ya sea para darles de comer, cambiarles el pañal o jugar con ellos, pero cuando ya hiciste todo lo anterior y siguen llorando, te entra el panico de no saber porque lo hacen y por tu mente empiezan a generarse millones de ideas, con las que el miedo se apodera de ti.
2.- CUANDO HABLAN CON SU AMIGO IMAGINARIO.- Estas solo en casa con tu hijo y de pronto escuchas que ríe a carcajadas y platica con alguien mas, te levantas vas a visitarlo a su cuarto y lo encuentras en plena platica sentado en la cama y viendo hacia el piso, te ríes, pero te resulta extraño y le preguntas: ¿Con quien hablas hijo? y te responde, que con su amigo e incluso te da su nombre, tu disimulas, lo raro del caso, pero el miedo se apodera de ti, cuando tu hijo, te dice que su amigo, esta a lado de ti.
3.- CUANDO TE PREGUNTAN, COMO SE HACEN LOS NIÑOS.- Llega el momento incomodo, por el que atraviesa todo padre e hijo, pero resulta, que este momento es de terror para todo padre, ya que comúnmente no sabe como explicar, el origen de los bebes o como se hacen, lo mas chusco, viene cuando ellos, resulta que saben mas del tema que tu.
4.- LA VISITA INCOMODA.- Estas en pleno momento de pasión con tu esposa, seguros porque tus hijos estaban dormidos y ¡zaz! Resulta que abren la puerta de tu recamara y observan, toda la acción; sin duda su rostro, es el que te da miedo de ver.
5.- CUANDO SABEN MAS QUE TU.- Estas en plena charla con los amigos, presumiendo tus conocimientos, y de pronto interrumpe tu hijo, te corrige y te hace ver como un looser.
Son algunos de los momentos, que te ponen a temblar, pero en general, tus hijos, son una gran felicidad, que no cambiarías por nada.